El interior de esta residencia es un vínculo armonioso entre diseño y naturaleza, donde una alegre paleta de colores se mezcla con el entorno.
La iluminación natural, que fluye libremente por toda la casa, realza las texturas y los colores, creando un telón de fondo acogedor en cada rincón. Esta armonía entre los espacios interiores y exteriores se extiende más allá de las paredes, creando una conexión fluida con la naturaleza circundante.
En el amplio patio, un columpio nos recuerda la infancia y una cancha de fútbol espera las risas de los niños. La naturaleza añade un toque de serenidad al medio ambiente. El techo de tejas de arcilla brinda una sensación cálida y atemporal, mientras que el techo alto de madera expande el espacio y brinda una sensación de amplitud.
En la sala de estar interior, la sala de estar, la cocina y el comedor comparten un espacio abierto, creando una atmósfera aireada y acogedora. Tres acogedoras habitaciones ofrecen refugio y tranquilidad.
Al ingresar a la casa, del lado izquierdo, el dormitorio principal con baño, closet, chimenea y cómodos sillones. También al lado izquierdo, un baño social. Al entrar a la vivienda, mirando a la derecha, encontramos dos acogedores dormitorios.
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